El ball de bot es el baile tradicional por excelencia de Mallorca y Menorca, del mismo modo que lo es una sardana en Cataluña, la jota en Aragón o la muiñeira en Galicia: una marca de identidad propia que se conserva intacta generación tras generación y que, durante las fiestas populares de los pueblos, sale a la calle llenándola de colorido, risas y ritmos de otras épocas.
Esta pieza de la cultura popular mallorquina se puede observar cualquier tarde de domingo en la plaza de uno de los numerosos y pintorescos pueblos que integran la isla: Sóller, Inca, Alaró o incluso la capital, Palma, donde es habitual encontrar grupos de mallorquines de todas las edades bailando al compás en la zona de Ses Voltes, en el Parc de la Mar, bajo la silueta imponente de la Catedral.
Lo más común es que se celebren encuentros de baile improvisado sobre todo durante las fiestas del pueblo ya que ésa es la verdadera esencia del ball de bot: una mezcla de distintos tipos de baile desde el clásico y lento bolero, la agilidad de la jota bullanguera (una de las más famosas) o la mateixa, que si uno se aloja en un hotel en Sa Coma o en un apartamento en Cala Bona podrá observar cómo los vecinos la disfrutan en las plazas día sí y día también, ya que es una modalidad más propia de la costa Este de Mallorca.
Aunque antiguamente se trataba de un baile improvisado en los pasos y letras de las canciones, hoy en día ha perdurado sobre todo la versión oficial del mismo, con pasos diferentes que pueden aprenderse en los cursos que las escuelas municipales ofrecen durante todo el año.
La tradición marca que los distintos pasos del ball de bot se aprenden con el objetivo de que puedan ser combinados como cada uno considere, creando así infinitas versiones.