Pasar la Navidad en el Mediterráneo te brindará la posibilidad de descubrir una de las riquezas gastronómicas más exquisitas del mundo. Si eliges para ello uno de nuestros hoteles en Mallorca, además, podrás probar platos de una factura impecable y de sabores sorprendentes que beben de las raíces más auténticas de la isla.
La gastronomía mallorquina está basada en la agricultura y la ganadería (el pescado está muy poco presente en los menús de invierno de Mallorca, aunque a algunos les pueda sorprender) y eso se refleja en las mesas de Navidad más tradicionales. Los ingredientes clásicos que nunca faltan son el pavo y la gallina, la porcella o lechona, los frutos secos, la pasta y el arroz, las hortalizas y la crema de almendra para los postres.
La cena de Navidad típica del Mediterráneo lleva como entrante una sopa. Las hay de muchas variedades: sopa rellena, las clásicas sopas mallorquinas o la deliciosa sopa de la reina, entre otras. También se pone fiambre para hacer la llamada “picada”. En algunas casas y restaurantes de Mallorca se hace el fiambre de modo tradicional, usando carne de ave deshuesada y especias típicas mediterráneas.
Para los segundos platos de una cena de Nochebuena en Mallorca, el chef siempre nos sorprenderá con unos escaldums de Nadal, a base de carnes de pavo y lechona, mezclados a veces con frutas o bien acompañados con salsa de almendras. Los postres típicos de Navidad son muy variados, desde turrones a ciruelas, pasas, crema pastelera, ensaimada, cuartos… Y se combina todo con caldos de la tierra: un buen vino del Pla o de Binissalem.
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